En esta última semana se ha realizado la XXXII SEMANA TURÍSTICA DE ICA, organizado por un grupo de empresas como: hoteles, agencias de tours, entre otras. Así también se contó con el auspicio de restaurantes conocidos, Dircetur, la Municipalidad y universidades (resaltando Alas Peruanas y su Facultad de Gastronomía).
Se pudo notar la presencia de los organizadores en los distintos programas de la agenda, a excepción de la noche cultural, realizada en el Museo de Ica, ya que no asistió ni un representante de este festival.
Ese tipo de iniciativas por fomentar el turismo en la región, son provechosas y bienvenidas, aunque estas actividades son organizadas por los empresarios relacionados al turismo, mas no por nuestras autoridades, quienes deberían encabezar e incentivar este tipo de eventos y no sólo figurar en los programas sin brindar un verdadero apoyo. Pues así se promueve un turismo improvisado, dejando de lado lugares de mucha importancia social, cultural y económica.
Siendo la otra cara de la moneda, el día 27 de noviembre se llevará a cabo el I FESTIVAL PALEONTOLÓGICO, organizado por la Municipalidad de Ocucaje, con el fin de declarar patrimonio cultural a un área, donde se alberga fósiles de ballenas gigantes. No se puede creer que a estas alturas aún no esté protegida esta zona, teniendo como principal consecuencia el hurto de estos fósiles. Lamentablemente, no se cuenta con el apoyo suficiente, ya que sólo está involucrado el pueblo de Ocucaje, no contando con el respaldo de las autoridades de la región, tampoco de empresas privadas, parece ser que esta actividad no sería muy beneficiosa para ellos, quizás el rescate de la cultura no tenga mucha impacto en sus cuentas bancarias de las distintas entidades que existen.
¿Realmente tenemos los iqueños conciencia turística?, pues sólo nos estamos preocupamos en resaltar los lugares ya conocidos (no se dice que sea negativo), pero estamos dejando de lado las posibles potencias turísticas como: La Achira del Inca, La Bocatoma de San Juan de los Molinos, el bosque de piedras, el Mirador de Parcona, la campiña iqueña, las pampas de Ocucaje, etc.
Debemos seguir el ejemplo de otros departamentos como Chiclayo y Trujillo, que ya se dieron cuenta del gran beneficio que trae el turismo, comenzado a proteger y rescatar zonas turísticas y culturales.